La ley SB4 ignora nuestros valores, pone en peligro nuestras comunidades y mancha nuestra reputación como estado libre y abierto a recibir gente
El gobernador Greg Abbott promulgó el proyecto de ley SB 4 el día de ayer. Lo había declarado “artículo urgente” antes de que la sesión legislativa empezara y apenas pudo contener su entusiasmo cuando el proyecto finalmente superó el último obstáculo legislativo la semana pasada. “Estoy preparando mi pluma para firmar,” publicó por twitter.
Cuando el Gobernador del Estado de la Estrella Solitaria se deleita a favor de una legislación tan desacertada, racista, anti-democrática y anti-tejana, una ley que trata a nuestros vecinos inmigrantes como extraños que se deben evitar y a los que se les debe temer, una ley que separa familias y pone en peligro comunidades, debo preguntarme: ¿en qué nos hemos transformado?
Porque este no es el Texas en el que crecí.
El Texas que conozco es libre. Sin embargo, la ley SB4 nos convertirá en un estado de “muéstrame tus papeles,” donde cualquier encuentro con las fuerzas de seguridad puede transformarse en un interrogatorio de inmigración. Esta ley alentará a policías locales quienes no tienen ni un minuto de entrenamiento en el enforzamiento de leyes de inmigración a que discriminen por el color de piel, acentos e idioma. Las órdenes de detención obligatorias saturarán nuestras cárceles. Habrá puestos de control fronterizo en todos lados.
En el Texas que yo conozco, estamos pendientes los unos de los otros. Sin embargo, la SB4 pondrá a testigos y víctimas de crímenes bajo la sombra. Por miedo a la deportación, los sobrevivientes de violencia doméstica y abuso sexual permitirán que los abusadores permanezcan en libertad. Conscientes de esto, los alguaciles de los condados de Travis, Dallas, Harris, Bexar y El Paso, junto a los Jefes de Policía de Dallas, Houston, Austin, Arlington, Fort Worth y San Antonio le han pedido encarecidamente a la legislatura que por favor no promulgue esta espantosa ley. Pero ni la experiencia o la opinión informada de líderes policiales de Texas han tenido el peso suficiente para impedir que el gobernador Abbott use su preparada pluma.
El Texas que yo conozco cree en la democracia. Sin embargo, la SB4 amenaza con remover del poder a funcionarios debidamente elegidos en el caso de que ellos eligieran dar prioridad a la seguridad e integridad de sus comunidades por sobre los planes retorcidos y xenofóbicos del gobernador.
El Texas que yo conozco valora a sus inmigrantes. El Texas en el que crecí y al que aún amo es un lugar donde un fuerte individualismo es admirado, donde tenemos una cultura estatal de emprendimiento empresarial que es fortalecido por inmigrantes, como lo muestran los estudios.
El Texas que yo conozco ama la diversidad. Cada nación de la tierra está representada aquí. Nuestra gente reza en iglesias, templos, mezquitas y sinagogas. Se hablan 164 idiomas diferentes en los hogares de todo el estado. Sin embargo, la SB4 hará que nuestros inmigrantes, independientemente de su estado inmigratorio, se sientan diferentes de -o menos que- un tejano. Y eso, simplemente, está mal.
A todos los inmigrantes que temen el impacto de esta ley en su vida, deben saber que los apoyamos. La SB4 no entra en vigorhasta el primero de septiembre, pero no esperaremos tanto para luchar contra ella. Y lucharemos, lucharemos en las cortes, en la urna electoral y en las calles si tenemos que hacerlo, y lo haremos por el tiempo que nos lleve, hasta que Texas una vez más se convierta en el Texas que yo conozco y amo.